Resumen
El químico francés Nicholas Louis Vauquelin aisló por primera vez cromo en 1798 tras disolver el mineral crocoíta (PbCrO4) en ácido clorhídrico. Una vez filtrado el plomo, fijó su atención en el líquido remanente del que con mucha paciencia consiguió aislar el nuevo metal. Asombrado por el gran número de colores que este elemento producía en disolución, decidió llamarlo cromo, del griego “chroma” que significa color.[1]