Resumen
Este artículo explora brevemente la historia del tetraetilo de plomo (TEP), desde su descubrimiento en 1921 como agente antidetonante en gasolina hasta su prohibición mundial. Se revisa cómo, gracias al cabildeo industrial, la publicidad y a la falta de investigación científica independiente, este compuesto pudo llegar a tener un uso tan extendido, a pesar de su extrema toxicidad. Se repasan también las alternativas al TEP que existían, y que fueron conocidas por las personas que impulsaron su uso. Finalmente, se presenta el papel de Clair Patterson en señalar los riesgos derivados de la contaminación global por plomo.