Resumen
La Ilustración española (1700-1808 o 1814) finalizó sin inaugurarse la Real Academia de Ciencias Naturales y sin la continuación del conexo Real Laboratorio de Química en Madrid, inaugurado en 1788 por el químico, farmacéutico y catedrático Pedro Gutiérrez Bueno. En México continuaron el Real Jardín Botánico y el Real Seminario de Minería, inaugurados en 1788 y 1792, respectivamente. La Química floreció en ambos establecimientos, destacando la contribución del farmacéutico y botánico Vicente Cervantes Mendo, catedrático de Botánica, primer traductor al español del Traité élémentaire de Chimie (1789), publicado en 1797 para uso del establecimiento minero.