Abstract
La química, como las dos caras de Jano en la moneda, tiene la extraordinaria ventaja de ser puente entre la física y la biología. Pero esa virtud es también su mayor debilidad hasta el punto de ver amenazada su identidad por sus vecinos. Para ilustrarlo, se han elegido los premios Nobel de los últimos once años (1996−2006) en las disciplinas de Física, Química y Fisiología o Medicina.